1- Conozca bien sus objetivos financieros y su tolerancia al riesgo para poder elegir inversiones con un nivel de riesgo, rentabilidad y plazo adecuados para su perfil. Tómese su tiempo y compare alternativas hasta encontrar la que mejor se ajusta. Nunca invierta en productos que no entienda. Si no los comprende, no podrá saber si son adecuados para su perfil.
- 2- Busque consejo profesional para la toma de decisiones de inversión, pero recuerde que la responsabilidad final es suya. Para evitar disgustos, mantenga contacto con su intermediario y determine el alcance de sus responsabilidades y libertad de actuar, así como su estilo y filosofía.
- 3- Solo destine a la inversión el excedente entre sus ingresos y sus gastos comunes. Elimine primero las deudas por las que paga altos intereses y sanee su situación financiera actual, antes de tomar decisiones de inversión. Tenga siempre una reserva equivalente a 3-6 meses de gastos en activos relativamente líquidos de los que podrá disponer en caso de emergencia. Nunca invierta en renta variable fondos que se pueden necesitar a corto plazo.
- 4- Invierta para el largo plazo. Los mercados suben y bajan, pero a largo plazo suele haber más subidas que bajadas. Sepa mantener el rumbo y no se distraiga con las variaciones diarias. La prensa, los rumores y las predicciones pueden crear confusión y dramatismo, pero el inversor a largo no necesita tomar acciones drásticas debidas a los altibajos normales del mercado
- 5- Diversificar, diversificar, diversificar.Siempre de manera coherente con los plazos de sus objetivos, conviene mantener una mezcla de inversiones con distintos horizontes temporales para poder atender a distintas necesidades a medida que se presentan.
Evite las modas y los gurús de turno, así como la toma de decisiones emotivas. No persiga los éxitos de ayer.
Mark Rothko
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